En estas breves palabras quiero partir agradeciendo a la Academia INPACT por acogernos en el Diplomado ICI 2011, y a la vez entregar el reconocimiento mío y de mis compañeros a cada uno de los relatores que hicieron posible nuestro aprendizaje: Paul, Janet, Rosa del Corral, Mauricio, Andrea y Karina. También reconocemos a Anna Laura por sus correcciones de lecturas y actividades, a Jessica asistente de Paul en los módulos de Coaching Integral. Y muchas gracias Grimanessa por tu apoyo logístico a tiempo. Todos ustedes conforman un excelente equipo de trabajo… un abrazo lleno de cariño a cada uno…
No puedo dejar de destacar la contribución de las o de los Coach que nos acompañaron y motivaron en este proceso…ustedes fueron profesionales claves en nuestro desarrollo.
Agradezco a cada una de mis compañeras y compañeros por sus grandes aportes dentro y fuera de la sala… todas y todos son para mí espléndidas personas…gracias…gracias.
Y no puedo dejar de agradecer a mi esposa…presente en la sala… por su contribución y paciencia a toda prueba… soportar a un viejo gruñón no debe ser tarea fácil.
A modo de reflexión quisiera responder dos preguntas, la primera ¿Cuál es el gran aporte del Diplomado Coaching Integral 2011 en nuestras vidas?
Las respuestas pueden ser muchas y variadas en su contenido por la riqueza del Diplomado, pero creo que lo central para todos nosotros, es que nos transformó en personas de mentalidad pluralista, abiertas, integradoras de la diversidad, dispuestas a cuestionarnos y a cambiar. Con un amor de búsqueda y apertura a las nuevas visiones del conocimiento y a todas las prácticas posibles que nos puedan aportar armonía y serenidad a nuestras vidas y a las vidas de muchas personas.
Al término del Diplomado nos observamos curiosos, buscadores y creativos en el mundo de la multiplicidad, con la capacidad integradora necesaria para abrirnos a múltiples posibilidades y que no nos quedamos con un solo modo para visualizar y solucionar un mismo problema.
Y la segunda pregunta es ¿Cuál es nuestro desafío en el mundo real que nos toca vivir?
Pienso que el desafío está en la posibilidad concreta de mantener nuestras mentes serenas, claras, ecuánimes, libres de ruidos y ataduras. En la medida que lo logremos, será una conquista vital para desarrollarnos en el mundo de la multiplicidad, siendo personas capaces de liderar sus estados interiores y gestar sus vidas. Y sin duda que desde este estado, podremos relacionarnos en forma transparente con los demás, y desde ahí forjaremos palancas de cambio para que sus vidas mejoren o vivan en plenitud.
Para terminar mis palabras, permítanme traer una anécdota contada en el libro “El Re-encantamiento de la Vida” del médico y obispo Bernardino Piñera, versión para el Coaching, que dice así:
Estamos en el Siglo XIII. Tres obreros están tallando piedras para la construcción de una catedral:
¿Qué estás haciendo? Le pregunta a uno de ellos un peregrino
“Me estoy ganando la vida”, le contesta “tengo familia y debo darles de comer”
¿Qué estas haciendo? Le pregunta el peregrino al segundo de los obreros
“Estoy tallando piedra. Es mi oficio. Es lo que sé y lo que me gusta hacer”, le responde.
Y tú ¿qué estás haciendo? Le pregunta al tercer obrero
Y este le responde “estoy construyendo una Catedral” ÉSTA es la gran respuesta.
Queridos colegas Coach: los Coach, como todos los hombres y mujeres debemos ganarnos la vida y esta es una manera digna de hacerlo.
Los Coach, conocemos nuestro oficio, sabemos que es necesario y lo ejercemos con mucha dedicación y amor. Esa es nuestra nobleza.
Pero, los Coach somos más que eso, porque la gran belleza del Coaching entendida en toda su grandeza, construye plenitud de vida, comprensión lúcida del sentido de la vida, de la alegría de vivir y de la aceptación gozosa del destino humano.
Muchas gracias.
Rafael Díaz Silva
Santiago, 29 de marzo 2012.
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