08-02-2010

El Coaching y sus enseñanzas para la vida


Alguien, alguna vez, contó la historia que sigue:

Resulta que iba una mujer al volante en su auto. Avanzaba poco y nada, distraída, como buscando una calle. Detrás suyo, un hombre también al volante, apurado e impaciente, tocaba y tocaba la bocina. De pronto, ella se hace a un lado. El logra pasarla y entre epítetos no replicables, le grita “aprende a manejar”. A lo que ella, calmadamente, le responde “y tú aprende a vivir”.

Este relato, de la vida real, puede sonar a algo doméstico y sin importancia. Pero es más que eso. Se trata de un hecho de la vida misma. En cómo la enfrentamos y en cómo puede mejorarse. Y en esto, el Coaching tiene mucho que decir.

Hay muchos tipos de Coaching e igual número de conceptos que la definen. Pero entre ellas, hay una que particularmente llama la atención por ser capaz, en pocas palabras, de decir bastante. Es “el arte de ayudar a alguien a encontrar por sí mismo sus propias soluciones”.

Si bien existe el Coaching Empresarial, el Ejecutivo, el Coaching de Vida, de Equipos, para la Salud, entre otros, es el Coaching Integral al cual nos vamos a referir. Se define como “un modelo que busca alcanzar los resultados requeridos a través de estructuras de integración de los diferentes niveles de conciencia (lo individual, colectivo, objetivo y subjetivo) y de nuestra mente inconsciente. Como modelo "integralista", el Coaching Integral puede convivir con otros modelos de Coaching, haciendo que se potencie y enriquezca. Este modelo pone al alcance de toda persona que quiera hacer cambios para alcanzar sus metas y objetivos, herramientas plenamente accesibles para lograrlos "aquí y ahora”.

El Coaching Integral y sus beneficios.

El Coaching ofrece múltiples beneficios, pero el más importante es que entrega a las personas la posibilidad de disfrutar plenamente de su vida, de acuerdo a los estándares que ella misma define. Además de:

a) Crear un alineamiento y equilibrio interno de los factores sicológicos, espirituales y personales, para llegar a un entendimiento exacto de quién eres y de tu propia naturaleza.

b) Clarificar cuáles son tus objetivos y metas, a través de un reconocimiento de tus creencias y valores.

c) Diseñar tus propias estrategias y caminos, para lograr esos objetivos, a través de un conocimiento de tus capacidades y desempeños.

d) Crear mecanismos de retroalimentación, para poder realizar las mejoras a tu comportamiento.

e) Disfrutar del logro de tus objetivos, para darle bienestar a tu vida.

Sin duda, haber sabido todo esto, la historia de nuestro conductor sería otra.